Después de la pandemia, los miembros de nuestro equipo disfrutaron de viajes por toda China, desde la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida de Pekín, la asombrosa y antigua talla en piedra de Dun Huang, hasta el impresionante paisaje del Tíbet y Qinhai, la vista panorámica del mar del sur de China en la isla de Hainan. Ya sea con un grupo de turistas, padres o hijos, atesoramos la libertad de la vida después de la peste, más que nunca. Tal vez las vacaciones sean sólo el preludio del siguiente capítulo de un duro viaje, pero seguro que nos hace más fuertes y nos purifica la mente, nos recuerda las palabras de Kant, el filósofo alemán, que dijo: "En este mundo, sólo hay dos cosas que convulsionan fuertemente nuestro corazón. Una es el cielo estrellado sobre nuestras cabezas. Otra es la elevada moral de nuestros corazones.
